Había una vez una niña muy hermosa, huérfana de madre y cuyo padre casó en segundas nupcias con una malvada, que hizo de la pequeña una sirvienta. Todos conocemos el cuento ¿verdad? Lo cierto es que la versión más difundida contiene algunos errores. En primer lugar, no hubo zapatito de cristal; sino unas sandalias skippy de plástico transparente que, tal como descubrió el príncipe cuando casó con la doncella, una vez superado el affaire del baile en el palacio, despedían un atroz olor a patas. Por otra parte, la niña, si bien no era fea, tampoco era una belleza digna de Play Boy. Cinco años y cuatro hijos después, fue ella la que se transformó en una calabaza de unos 150 kilos.
Moraleja: cuidado niños, sigan solteros hasta los cuarenta, Huyan de las hermosas. Además, siempre están mejor sus hermanas.
Divertido. Algunos de los de seis palabras son muy ocurrentes.
ResponderBorrarUn abrazo, Daniel. ¿Nada que te llega el libro?
Gracias Esteban. Nada aún.
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