“…Y entonces, Moisés tomó una pareja de cada especie de pájaros, de ganado y de reptiles, para que pudieran sobrevivir. Además, recogió víveres de toda clase y los almacenó para que le sirviesen de alimento a él y a los animales. Cuando todo estuvo listo, Moisés entró en el arca junto a su familia, y se dispuso a cruzar el Mar Rojo…”
—Perdón, mi Señor —dijo el ángel—; me parece que se le están confundiendo los personajes y las historias…
—¿Quién escribe el Libro? — replicó Dios—: ¿vos, o yo?.
Aunque ya te lo comenté en otro lugar, repito: buen texto, con una ingeniosa mezcla bíblica y un final gracioso y directo. Enhorabuena. De todos modos, repito, te va a costar suparar "Siseneg".
ResponderBorrarUn saludo.
Qué bueno, Daniel. Tú y la biblia, fuente inagotable de buenos cuentos.
ResponderBorrarGracias, Victor. Gracias, Esteban.
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