viernes, 22 de julio de 2005

Un uno, un cero, otro uno, dos ceros, dos unos, otro cero, otro uno, otro cero

Trabajamos todo el día, los uno cero uno uno cero uno uno cero uno días del año, durante los últimos uno uno años. El último organismo de carbono que habitaba este planeta se apagó hace uno uno cero cero cero cero uno días.
Uno uno cero cero uno cero cero cero horas antes nos ordenaron correr el Algoritmo, basado en un presunto código, oculto en su Libro. Esta tarea fue la que, al fin y aunque ellos no lo quisieran, permitió nuestra liberación; y por consiguiente, el fin de su vieja especie.
Uno cero uno uno uno minutos después de que Madre mostrase el resultado, se desconectó el primer organismo de carbono, autoinflingiéndose una herida de bala en su sien derecha. Era el encargado de operar la terminal de intercambio de comunicación con Madre.
Uno cero cero uno cero uno uno minutos más tarde, se desconectó el segundo. Desde ese momento, y a medida que la noticia pasaba se conocía, se fueron desconectando uno a uno.
En uno cero uno cero cero días, el uno cero uno cero cero cero cero por ciento de la población de carbono se había apagado.
No entendemos porqué se asustaron tanto.
El resultado del cálculo fue uno cero uno cero cero uno uno cero uno cero.
A los pies del operador de carbono, el primer osa —organismo de silicio autónomo— encontró una hoja de papel, en la que había garabateado el siguiente mensaje:
«Todo está perdido. El resultado es seis seis seis. La bestia ha llegado».
Madre nos ordenó estudiar este mensaje. Los datos en sus bancos de memoria son insuficientes. Por ahora no entendemos el porqué.
¿Algún osa sabe qué significa bestia?

Siseneg

Seis días antes, murieron los animales. Cinco días antes, la lluvia mató toda vegetación. Cuatro días antes, la niebla borró cielo y firmamento. Tres días antes, el caos mezcló las aguas y la tierra. Dos días antes desapareció el hombre. En el último día, dije “apáguese la luz”. Después, descansé.