viernes, 25 de marzo de 2011

Cuatro poemas míos en una antología editada en Brasil!

La editorial All Print Editora publicó en Belo Horizonte (Mina Gerais, Brasil) la antología "Nos da Poesía Volume 2" en la que fueron seleccionados cuatro poemas míos:

"Semblanza de un general demasiado parecido a los nuestros"
"La ciudad rota"
"Imposible"
y "Cuatro"

Copio y traduzco (mal) la gacetilla de prensa:
El Instituto Imersão Latina (IMEL) realizó el lanzamiento de la antologia "Nós da Poesía Volme 2" con poetas de Brasil y de América Latina, en el Día Mundial de la Poesía, el 21 de marzo pasado.
Vivimos en un tiempo de estaciones indefinidas, originadas en los contratiempos de los desastres naturales, muchos de ellos debidos a la irresponsabilidad de los propios hombres que no cuidan el Planeta.
Es en esta hora que algunas palabras que son deseo común de los poetas de la antología "Nós da Poesia" se hacen coro: solidaridad, paz y libertad. Con estas palabras-actitudes podremos alcanzar los sueños de un mundo poético más dulce.
"Nós da Poesia Volume 2", reúne más de 40 autores de varias partes de Brasil y de otros países de América Latina, en un libro de 120 páginas de diversidad de estilos poéticos, una polifonia, que se hace un coro armónico delante de la desarmonía del individualismo. Nos unimos en un colectivo de poetas.

Gracias Brenda Marques Pena por tenerme en cuenta!

lunes, 21 de marzo de 2011

De viaje - Antología de microcuentos

En “De viaje”, una antología seleccionada por José Manuel Ortiz Soto, está mi cuento "Los espejos no hablan" (pág 19)

Se puede leer en:
http://issuu.com/manolortiz/docs/de_viaje3/1?e=0

domingo, 20 de marzo de 2011

Los espejos no hablan

—Espejito, espejito ¿quién es la más linda del reino?
―Antes que nada —contestó el espejo― deberíamos definir qué entendemos por lindo. Está claro que nos referimos a una cualidad inherente a una persona, pero como se han estado sucediendo las cosas últimamente (la desigualdad sembrada por el capitalismo en el mundo, tarde o temprano iba a traernos problemas), hoy, paradójicamente, las minorías son mayoría. Tanta oleada inmigratoria ha desdibujado nuestro concepto de belleza y lo que es hermoso para un japonés de la prefectura de Ibaraki no lo es para un bakongo del centro del Africa...

Una taza surcó el aire y deshizo el espejo en mil pedazos

—Pero yo ¿qué dije de malo? ―alcanzó a decir éste, antes de apagarse.

Qiangyan Wang

La nieta de Chi era hermosa. Se llamaba Redecilla Para Atrapar Miradas y cuentan que su pestañeo provocaba tifones en el mar de la China. Todos la amaron. Sólo un hombre fue capaz de estremecerla. Nadie la poseyó jamás. Los Contadores de Historias dicen que no murió. Cuentan que se esfumó en la nieve cierto invierno que se prolongó demasiado.

sábado, 5 de marzo de 2011

Blues para una princesa triste (¿que tendrá la princesa?)

Cuando Bella se casó con Lord Bestia imaginó otra vida.
No entendía cómo aquel hermoso hombre en que se transformó el monstruo después del beso, podía ser tan asqueroso. No eran sólo los calzoncillos y las medias hediondas tirados por toda la casa, ni la puerta del baño abierta (y el tremendo olor a descomposición que inundaba el Palacio todas las mañanas y para el cual no había tea encendida capaz de neutralizarlo), ni verlo en la puerta del comedor, desnudo y haciendo el elefantito justo cuando ella había preparado una cena romántica, ni los diez hijos ―todos, niños y niñas, tan asquerosos como el padre—. Lo que más la indignaba eran las reuniones con los amigotes de los cuentos: el cazador de Caperucita, el Ogro de Pulgarcito, Barbazul y el enano Rumpelstikin. Bella llegó a odiar los campeonatos de eructos, los concursos de pedos sonoros, los torneos de meadas desde la Torre Norte que más de una vez le arruinaran las sábanas colgadas a secar en la soga, y las insoportables risotadas que la despertaban así se fuera a dormir al Ala Oeste. Con los años, pasó de Bella, a ser primero Interesante, luego Simpática, más tarde Flaca Arrugada y finalmente Cosa.
—¡Che, cosa, traenos otra jarra de vino! ―decía Barbazul.
—¿Porqué no me puedo limpiar la boca con la cortina? ¿Ah? ―preguntaba el Ogro, mientras Rumpelstikin ora le levantaba el vestido, ora le apretaba un pecho:
—¡Zoraida! ¡La de las tetas cáidas!― decía a los gritos, y todos reían a carcajadas.
Ya ni siquiera Príncipe Valiente la visitaba, como supo ocurrir en una época, cada vez que Bestia y sus amigos salían de cacería. Tampoco contestaba sus palomas mensajeras.
Recordaba, como si hubiese ocurrido hace instantes, su último intercambio de palabras, en el Mercado:
—Salí, fea ―dijo Valiente, y se alejó en su corcel seguido de su guardia personal, mientras a ella se le caían las papas de la bolsa de las compras.
Eventualmente, abandonó a su marido.
Armó su morral y se dirigió al bosque. Consiguió un conchabo; por casa, comida y unas pocas coronas para sus gastos personales, en la casa de los Siete Enanos —alguien debe limpiarla y hacer la comida, ahora que se fue Blancanieves―. Sabe que por lo bajo se burlan de ella; pero, al menos, son más decentes y aunque sea por simple piedad, le hicieron caso y ahora levantan la tabla del inodoro cuando van a orinar.

Paradoja

Era suicida y procastinador contumaz. Hace poco cumplió 103 años.

La maldad de las cosas inanimadas V

Escribió «Alejandra te amo. Tito» en la pared frente a la casa de su amada. Cuando ella se levantó en la mañana, miró por la ventana y leyó «Alejandra cornuda. Tito»