domingo, 20 de diciembre de 2009

Teoría conspirativa de los osos

Papá Oso gritó muy fuerte: -¡Alguien ha probado mi leche!
Mamá Osa gruñó un poco menos fuerte: -¡Alguien ha tocado mi silla!
El Osito pequeño dijo llorando: -¡Alguien está durmiendo en mi cama!
Cuando Ricitos de Oro despertó, los tres osos todavía estaban allí. No sobrevivió al ataque. Un mechón de sus cabellos rubios, manchado de sangre, decora el centro de mesa en el acogedor comedor de la hermosa casita de los Oso.

1 comentario:

Víctor dijo...

Y este micro también lo había leído. De éste estoy seguro, porque me gustó y si no me equivoco creo que incluso lo comenté.

Un saludo.